el propósito de este post es combatir nuestra memoria selectiva. Aquella que trae consigo esa sensación rara que combina la nostalgia con el entusiasmo y que, a pesar de ya haber sufrido con el primer hijo, conlleva a la procreación de nuevos seres humanos.
Hoy nuestro hijo cumple 27 meses. Ya van 27 meses seguidos (seguidos = sin un día de descanso) en los cuales toma en promedio 90 minutos hacer que el csm se quede dormido.
Esta noche empezamos el ritual a las 6:30pm y ya a eso de las 7:15pm estaba 95% dormido. En paralelo, nuestra hija (de 10 meses) quedaba dormida a las 7:00pm gracias a la magia de la mamá.
A las 7:30, cuando ya todo estaba en silencio y sólo quedaba percibir la respiración larga y calmada de los que duermen profundamente, empezó LO DE SIEMPRE (traducido del idioma de los bebes al español adulto):
- "Quiero un yogurt"
- Bajamos al primer piso y sacamos de la refrigeradora dos yogurts
- Le pasamos el yogurt
- "Quiero dos yogurts"
- Le mostramos que tenemos dos yogurts para ofrecerle
- "Uno de los yogurts es de mango y el otro es de fresa, los dos tienen que ser de mango"
- Bajamos al primer piso nuevamente y traemos otro yogurt de mango
- Consume ambos yogurts
- "Quiero agua"
- Tenemos preparada una botella con agua
- "Quiero agua en la botella de Mickey Mouse"
- "Toma el agua en esta botella nomás"
- "No, la botella de Mickey Mouse"
- "Toma el agua en esta botella CTM!"
- "Mickey Mouse!"
- Bajamos al primer piso y traemos la botella de Mickey Mouse
- Toma el agua y finalmente se deja caer ya para dormir
- Hay silencio por un rato, el sueño es inminente...
- "Cámbiame el pañal"
- "No jodas, hiciste pipi?"
- "Sí"
- Revisamos el pañal y descubrimos que está limpio y seco
- "Cámbiame el pañal!"
- Le cambiamos el pañal
- Hay silencio...
- "Perros"
- "Qué?"
- "Trae mis perros de peluche"
- Nos levantamos y traemos tres perros de peluche del otro dormitorio
- Hay silencio... 99.9% dormido
- "Falta el oso"
- "NO!"
- "Quiero un smoothie"
- "Ya tomaste dos yogurts de mango!"
- "Smoothie!"
A las 8:30pm nuestro iPhone 14 Pro voló desde mi mano derecha a través del cuarto y se estampó contra la ventana, dañando uno de los shutters de madera.
Eso generó susto, un rush de adrenalina, y bajamos de 99.9% a 67%.
Cuando finalmente el sueño logra imponerse sobre el niño y el papá, nuestra hija presiente que llegó el momento de despertarse.